XANADU 19

domingo, 28 de marzo de 2010

El último gaucho (2)

Estas dos páginas de "El Ultimo Gaucho" se publicaron en la revista Charoná, pero la historieta no continuó porque dejé la revista por problemas económicos (¡vaya novedad!)

Esta ilustración se publicó en el suplemento El Escolar de El País, en tapa. Aquí utilicé un dibujo lineal ,pintado en la compu y el fondo se lo agregué de una foto que tomé con mi cámara digital. 

Por qué me firmo “Gezzio”

Cuando entré al diario El Día-en 1965, el primer dibujo que me publicaron fue un cartoon humorístico en la tapa del diario, en la parte inferior izquierda, que ilustraba un caso jocoso tomado de las noticias mundiales que se trasmitían por cable y que venían siendo ilustrados por José Rivera. Pero el secretario de redacción Fernando Caputti, una excelente persona me había dicho que mi nombre y apellido eran demasiado largos como para que "entraran" en el lugar estipulado: debajo del dibujo debía ponerse: “Interpretación gráfica de Williams Geninazzio, exclusiva de El Día.”,además de no sonar bien como para que el lector lo recordara era demasiado larga para ubicarlo en los 8 cms. asignados. Debía buscarme un seudónimo. Así que estuve unos días escribiendo variaciones con mi nombre hasta que llegué a acortar el Geninazzio en GEZZIO y desde aquél lejano 1965 ha sido mi marca de fábrica, lo que me significó el malhumor de mi padre y de mis tíos italouruguayos, hasta que se dieron cuenta que había hecho una buena elección y me perdonaron la herejía.
Más adelante, le agregue el William sin la s final -mi madre no sabía inglés- y esa es mi firma actual, aunque para los dibujos humorísticos sigo con el "gezzio" en minúscula.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Cuentos ilustrados




Dos páginas de la segunda parte del cuento, publicadas en el suplemento "El Día de los Niños" del 12/12/979

Desde el baul de mis recuerdos...
Estas ilustraciones las hice para un cuento de Serafín J. García, que se publicaron en diciembre de 1979 en dos partes a color. Dejé los originales sin retocar para que se vean las anotaciones para el taller, las manchas son del pegamento en los lugares donde pegué los textos previamente tipografiados,como se ve en las páginas del suplemento que están arriba,  y las cruces en los bordes eran para colocar las separaciones de color que hice aparte, a mano por supuesto. No tenía la compu aún.
El paso del tiempo despegó los textos, pero voy a resumir la historia:
De los cuentos de “Juan, el zorro” del libro de Serafín J. García, tomé el intitulado “Por querer meterse a pájaro” que narra la pillería tramada contra su eterno enemigo:el tigre. En complot con el carancho que dice ser maestro de vuelo, el carancho le hace creer que puede volar cosiéndole en el lomo alas de chajá, y cuando el tigre está en lo alto de un árbol, aparece el zorro en escena. Como lo odia a muerte, se tira para agarrarlo, cayendo entre las piedras…



martes, 9 de marzo de 2010

Una tapa para Quimera

Integrando la revista de historietas "Quimera", que publicó el diario La República, gracias a la paciencia e insistencia de Enrique Ardito y Gustavo Cortazzo que convencieron a su director de la necesidad de tener una publicación uruguaya hecha por uruguayos y contando nuestras historias. Fue bueno mientras duró, porque despuntamos el vicio- dibujar historietas y discutir sobre ellas, pero lo bueno dura poco y ya es parte de la historia de la historieta nacional.
Aparte de publicar varias historietas, hice una tapa muy fuera de mi estilo, un poco como desafío y otro para divertirme. Salió en Quimera Nº 6.

sábado, 6 de marzo de 2010

Final para El Buceador

Cuando estaba editando "Balazo", como necesitaba mucho material para esa revista, rehice las páginas de "El Buceador" a tamaño apaisado y dibujé las que faltaban para terminar la historia.
Cuando el editor de Charoná vio la historieta me la quiso publicar, pero al final se la cambié por la del "Ültimo Gaucho", que quedó inconclusa porque renuncié de esa editora, en 2008.

jueves, 4 de marzo de 2010

Los Albumes de Figuritas




Cuando mi infancia, juntar figuritas era uno de nuestros pasatiempos favoritos, aunque fuera costoso, pero como venían con un chocolatín, justificaba el gasto a pesar de lo difícil que era conseguir dinero para esos menesteres. Y después estaba hallar “la sellada” que daba el derecho a cobrar el premio, una artimaña de los editores de álbumes para hacernos gastar lo que no teníamos. Nunca imaginé que yo iba a estar algun día ¡dibujando álbumes y figuritas!
Un día me llamaron para dibujar la vida de Artigas en cromos. Yo no tenía idea de cómo era el negocio: me pidieron cinco muestras pintadas a mano, cosa que hice a la témpera y cuando las llevé como a la semana, aunque le gustaron tuve mi primera enseñanza: para hacer figuritas había que dibujar y pintar muy rápido, porque querían unas 300 en 15 días, cosa que en esos días me resultaba imposible. Yo era empleado del diario El Día y eso absorbía todo mi tiempo. Así que no tomé el trabajo y me fui sin cobrar los 5 dibujos.
Pero cuando el mundial del ´78 me vinieron a buscar para hacer las caricaturas de todos los jugadores de todos los cuadros que intervenían en ese mundial. Eran casi 400 figuritas y el jugador debía estar pateando una pelota, de cuerpo entero. ¡Qué laburo! Contraté a un primo para que me ayudara en la separación de color y que me calcara a lápiz algunos de los cuerpos que yo ya había dibujado sin su cabeza. Las caricaturas las fui haciendo por separado y luego le agregaba el cuerpo. Me llevó unos 20 días, algunos sin dormir, pero el trabajo salió y el editor y su jefe de arte quedaron conformes, por lo que me volvieron a llamar en años sucesivos y estuve haciendo gran cantidad de álbumes de todo tipo. Este editor usaba dos empresas: Nuestro Mundo y Figus S.A para la edición de figuritas y siempre estaba alerta a los personajes de dibujos animados que pasaran los canales 4 y 12, además de lo que hacía Cacho Bochinche, por eso dibujé de todo, desde las tapas, los posters para colocar en los quioscos, los dibujos para los sobres y los interiores con los recuadros para pegar las figuritas. Me habían asignado un tablero frente a un gran ventanal y me hacían sentir muy cómodo, además de pagarme en tiempo y forma. Ese editor que hoy ya no está fue una excelente persona que sabía tratar al dibujante, aunque a veces exigía bastante. Se llamaba Edison Nakle.

Todas las monedas tienen dos caras

Pero en las antípodas trabajé con otro que estaba tratando de hacer álbumes y me contrató luego que el trabajo en Figus bajara un poco, por enfermedad de su dueño.
En esta otra empresa hice la vida de Artigas, tuve que ayudarme con varios de los dibujantes que tenía en mi estudio porque sinó no me daban los tiempos. Lo difícil resultó cobrarle. O estaba en reunión o tenía que “vender el auto para pagarme porque el álbum no había vendido como para pagar a todos”, además vos sos muy caro, Gezzio”…En fin, lo de siempre. 


Y como yo debía a mis dibujantes, me agarró con otro álbum sobre ecología! Más difícil de vender que heladeras a los esquimales. Pero igual lo hice. Y sufrí las de Caín para cobrarle. Lo llamaba todos los días y un día me le presenté y le saqué medio de prepo, cheques diferidos, amenazándolo con denunciarlo si no pagaba. Esta es la otra cara de la medalla y el problema que tenemos todos los dibujantes en este bendito país: ¡no nos protege n-a-d-i-e!
Pero como tengo sangre italiana no escarmiento y otro personaje me convenció que el álbum que vendería muchísimo sería uno dedicado a la historia del Frente Amplio, narrado por dos niños : Ole lé y Ola lá., y como él dijo tener vinculaciones con la mesa del frente, conseguiría la aceptación para su publicidad.Eso fue por 1985.

Me puse en campaña. Conseguí un amigo que escribió la historia. Creé los personajes y dibujé todas las figuritas, el album, los sobres y el afiche. Conseguí la imprenta y créditos, porque yo iba en partes de las supuestas ganancias. Se contrató un grupo de personas para que ensobraran las figuritas y sellara los sobrecitos. Luego conseguí otro amigo que tenía un coche y que fuera a los quioskos para hacer el reparto.
Como no se había hecho suficiente publicidad, los quioskeros no conocían el álbum y no lo querían, aunque siempre se los deja en consignación. Ellos pagan después que venden los sobrecitos.No arriesgan nada y si les caés mal, te esconden el producto, como lo hicieron en muchos lados. Como los canillas cuando publiqué mi revista Bombón.
Muy pocos se quedaron con un par de álbumes y paquetes de sobres. Ese álbum fue uno de los más sonados fracasos que tuve como editor. El que era mi socio se quedó con todo, porque yo no quería ni verlo.La mesa del Frente no nos dio ni la hora, aunque se lo llevamos en tiempo y forma. Alguien me dijo que el error era el de hacer algo político para niños…
Y el último que dibujé fue para unas personas vinculadas al diario El País, caricaturas de futbolistas. Pero también fue difícil de cobrar porque como no vendieron casi nada, no me querían pagar. Aunque al final cobré todo. Hace mucho que pasó todo esto, pero es parte de mi trayectoria. A los futuros colegas, si es que alguien los llama para hacer álbumes (creo que ya pasaron a la historia), aunque ahora con la compu se soluciona casi todo, traten de cobrar algo por adelantado.