XANADU 19

viernes, 27 de agosto de 2010

Memorias desde mi tablero

"Moñita roja...de bronca"
Nunca me arrepentiré de haber integrado el staff de una revista. Dibujo para eso. Pero mi duda persiste por alguna vez que me la “jugaron” mal y entonces quedo pensando si hice bien en haber aceptado colaborar para “esa” publicación. Fue el caso de la revista “Moñita Azul”.
Todo comenzó cuando me vino a buscar Pedro Cano, a quién conocía de la época de “Patatín” y me ofreció hacer la historieta del personaje “Moñita”, yo escribiría y dibujaría con entera libertad. También quería algo histórico: hice la vida de Juan Antonio Lavalleja en cuadritos con guión de Miguel Angel García. Me dijo que del dinero no me preocupara porque los dueños eran los que distribuían El País y que pagarían lo que yo estipulara. Recuerdo que ese mismo día coincidió que estaba conmigo Carlos Federici y le ofreció su personaje “Jet Gálvez” de a dos páginas a color, quedando para después la contestación.
Por mi parte me aboqué a la tarea de darle vida a ese personaje; debo confesarlo, no me resultó nada simpático pero era diseñado por Cano y aprobado por los dueños, así que apenas lo “retoqué” a mi estilo.
El primer número salió a la venta, pero no tuvo la respuesta esperada y ya en el segundo comenzaron las “dificultades”: para cobrar debía ir a las 8 de la mañana a la planta de emisión del diario El País en la calle Cuareim, donde en una pequeña mesa en un rincón donde salen los camiones con los diarios, estaba un señor que después me dijo que era el dueño de la revista, me pagó refunfuñando y diciéndome que era mucho lo que yo les cobraba. No me quiso escuchar cuando le respondí que me habían ido a buscar ellos por intermedio de Cano, que yo tenía un precio y que si no les gustaba mi dibujo, lo dejaba ya  sin ningún problema. Ahí cambió y me pidió que continuara, ya que yo era el profesional que ellos querían y que lo disculpara porque estaba muy nervioso. Esa extraña actitud ya me dejó una espina, por naturaleza soy desconfiado y aquél hombre no me dio tranquilidad.
Pero seguí haciendo mi trabajo a pesar que la revista no me terminaba de gustar.
A lo largo de mi carrera he visto “diseñadores” que creen que a los niños se les puede dar cualquier cosa, total “esos enanos” no entienden nada y así rellenan páginas a como caigan los textos, los títulos, los dibujos y las fotos. Y hoy en día es peor porque con los programas de computadoras y las plantillas prehechas más la cantidad de tipos de letras y los millones de colores que tienen, el resultado final es una ensalada de color sin sentido, que confunde más que difunde una idea. Para estos “diseñadores” es lo mismo diagramar un cuento infantil, una nota periodística o un afiche: tiran todo dentro de la caja y ahí van “armando”, rellenando los huecos, mezclándolo todo, sin importar que debe primar la composición, donde la vista del pequeño lector “entra” por la izquierda y se desplaza hacia el centro y luego sigue hacia abajo y “sale” por la derecha…
Me fui de tema, pero me "calienta" los chapuzas que bastardean una profesión tan bella. Solo deberían tener un poco de sentido común y buen gusto.
El final previsible y el poster incobrable
Cada tanto me daba una vuelta por la redacción de dicha revista que estaba en una galería enfrente al diario El Día. Allí solo veía a Cano que hacía de todo para completar la revista y me decía que siguiera y confiara que ya se iba a revertir, aunque la venta era poca. Un día me pidió un poster con la imagen de Constancio C. Vigil, el fundador de Billiken, aclarándome que me esmerara porque le habían dicho que estaban en tratativas con la Editorial Atlántida, la que edita Billiken y que tenían interés en invertir en ésta. Le respondí que como ese pedido estaba fuera de lo conversado, me lo deberían pagar aparte. Me dijo que no me hiciera problemas y que le diera para adelante. Eso hice. Pinté el poster cuya copia como fue impreso (desastroso), ven ahí, a la témpera y sobre cartón duro y lo entregué en fecha, como habíamos convenido.

Pasó el tiempo. La revista salió a la venta y Cano no me llamó. Entonces, mi instinto me alertó y me acerqué hasta la “redacción” ¡ya no había nadie! Pregunté en otra oficina y me respondieron que hacía días se habían mudado, llevándose todo de allí.
Al otro día por la mañana, fui al diario donde me antes me pagaba uno de los dueños y me encontré con una persona joven pero irascible que me dijo ser el socio,  hijo del dueño y que no me debían nada, a lo que respondí que sí me debían: todo el último número, poster incluído. Se mantuvo en que me habían pagado todo lo que Cano les había pasado. Como ví que tenía las de perder porque confiando en Cano, siempre fue de palabra lo convenido, no recuerdo bien qué le contesté y me fui a “tomar el aire”…
La revista había cerrado en ese último número. Habían fracasado estrepitosamente. Creyeron que por ser distribuidores de un diario podían ser editores…A mi amigo Federici también le quedaron debiendo, no sin antes hacerle trabajar retocando su Jet Gálvez.
Años después me encontré con Cano en Charoná, donde fue a pedir trabajo porque andaba en la mala. Sin ánimo de echarle la culpa le pregunté que había pasado con la “Moñita” y me respondió que el poster que yo le había pintado le había dado muchos dolores de cabeza porque como estaba en cartón duro y era muy grande, tuvo que cortarlo verticalmente para fotocopiarlo y ajustarlo a la caja y que debió pagarlo de su bolsillo. Además me confesó que a él también le quedaron debiendo. En fin, así está el mundo, amigos. ¡Lleno de chantas! Lástima que me los crucé a todos en mi camino.    

viernes, 20 de agosto de 2010

Técnica de lápiz

Juan Sebastián Elcano
Esta ilustración está dibujada con tres tipos de minas de lápices: dos blandas ( 2B y 4B),y una semidura (2H).La "sfumattura" está hecha presionando en forma circular un papel sobre el dibujo, a modo de difumino. Usé una goma blanda para "sacar" luces, y témpera blanca, para pequeños detalles.
Se publicó  a dos tintas en el poster dentral de la revista Charoná en 2007. Me basé en la estatua del primer navegante que dio la vuelta al mundo y que está en la ciudad de Getaria, en España.

martes, 10 de agosto de 2010

Un aliento que agradezco

Los dibujantes somos seres solitarios con la cabeza buyendo en mil ideas tratando de trazarlas en un papel y no se nos ocurre pensar el "efecto rebote" que pueden lograr en otros -y si son niños, menos que menos.
A lo largo de mi carrera he recibido muchas cartas de personas agradecidas por mis dibujos, lo que me llena de satisfacción y para qué ocultarlo: hincha el ego.
Quiero participar de estas líneas que me escribió mediante mi Facebook un desconocido admirador, al que le doy infinitas gracias, aunque hay algun dato incorrecto, pero ya sabemos que la memoria nos juega malas pasadas y no pienso corregirlos.Un millón de gracias, amigo.

Reivindicador Dosmil Diez09 de agosto de 2010 a las 18:15
Asunto: GRACIAS por el ARTE que nos regaló!!!
Estimado señor William Gezzio, mi nombre es Carlos tengo 25 años, soy uruguayo y vivo en Solymar. El motivo por el que le escibì este mensaje es simplemente para agradecerle por todo el maravilloso arte con que nos deleitò a los jovenes de mi generación a lo largo de la pasada década de los 90. Visite varios de sus sitios y soy consciente de que su talentosa y prolífica carrera data de mucho antes que los noventas, y de que continuò y continua varios años despuès de la misma. Pero es por este perìodo de vuestra carrera en especial, por el cual quiero expresarle mi más profunda gratitud. Fue maravilloso haber sido un niño primero y un adolescente después, y haberse podido deleitar con las magníficas cubiertas (y con el arte interno también) que usted realizaba tan dedicadamente para las revistas de El Escolar y de Charonà.¡¡Especialmente las portadas que usted hizo para el Escolar!!! eran todo un deleite para los ojos!!! Aún hoy conservo la colección completa de los viejos Escolares de aquel entonces; mi portada favorita es una en la cual hay un grupo de personas en el desierto, pero todas son geniales!! niños jugando en la lluvia, un padre fumando con su hijo mientras ven la tv, gente en la playa, portadas de Artigas,imperio azteca, un cazador enfrentando a un gato montés, Colón y la llegada a América, los 33 orientales,portadas en el espacio, portadas psicodèlicas,etc.
Quiero felicitarlo por su talento, y quiero que sepa que su trabajo no pasó desapercibido y que muchos jovenes y niños de aquel entonces aún lo recordamos y valoramos. Finalmente me despido felicitandolo también por los comics que realizó y los personajes que creó para el Escolar: Tente (el Johnny Quest uruguayo), Felino (genial héroe a la par con los del primer mundo). los chicos que acampaban (ahora no recuerdo el nombre),etc; así como por los comics que realizo para la revista Charoná tanto del personaje homònimo de la revista como por su sensacional y lleno de dramatismo Santos Cruz. Usted además de un excelente dibujante es un muy buen guionista.

Ahora si!! me despido, aclarandole que lo saludé mediante este facebook "anònimo" debido a que yo no tengo uno propio y lo único que deseaba era hacerle llegar este mensaje por vía de este medio para que usted pudiera saber el sentir de muchos jovenes de mi generación.

P.d: Creeo que el primer contacto que tuve con su maravilloso arte fue la portada de una revista de "el Dedo" que tenía mi tío en casa de mis abuelos, yo tenía solo 6 años pero aùn recuerdo esa graciosisma portada en la que una mujer desnuda salía de la ducha desesperada porque le había entrado shampoo en los ojos y no se percataba de que su marido estaba reunido jugando al truco y bebiendo unas cervezas con sus amigos, los cuales reían mientras él se quería matar. Usted es un excelente artista que sabe infundir tanto humor como dramátismo mediante sus dibujos. Felicitaciones!!!

Un admirador.

Memorias desde mi tablero



Llegadas tardes…
Uno de mis mayores deseos cuando estudiaba dibujo, era publicar en Rico Tipo, una revista de humor “picante” para aquella época que hizo escuela. Ahora sería naif. Así que en una de mis idas a Buenos Aires fui a la redacción de Rico Tipo, que tenía todo un piso de oficinas en Roque Sáenz Peña. Cuando llegué al piso me llamó la atención que todas las puertas estaban cerradas a pesar que era poco más de mediodía. Tampoco ubiqué ningún escritorio con su bonita secretaria. Así que toqué el primer timbre que vi. Luego de unos minutos apareció un hombrecito de prominente nariz. Era Guillermo Guerrero, uno de los dibujantes estables del plantel de la revista, luego creador de Lupín. Cuando me presenté y le dije que quería hablar con Divito me dijo: -Divito falleció  el mes pasado en un accidente automovilístico en Brasil, por eso estamos trabajando a puertas cerradas…
(Tuvo un accidente contra un camión en una ruta de Brasil y murió el 5 de julio de 1969)
¡Qué mala suerte! No había podido conocer a un grande del dibujo cómico. Había llegado demasiado tarde. La noticia no había salido en ningun diario uruguayo, por lo menos que yo me enterara. De todas maneras, le mostré mis dibujos a Guerrero, pero me dijo que la situación de la revista estaba muy complicada, ya que el que había tomado la dirección era un sobrino de Divito y que opinaba que el cierre era inminente.
De todas maneras, me dio un par de direcciones donde yo podría ir a publicar, cosa que hice…
A los dos años de fallecer Divito, la revista cerró definitivamente. No era ni la sombra de lo que había sido. Años después la volvió a abrir un grupo dirigido por Eduardo Ferro como “La nueva Rico Tipo”, con la diagramación de Francisco Mazza. Así que un día me llegué a la nueva dirección y encontré a Mazza, una gran persona que me atendió inmediatamente, dejando de lado unas páginas que estaba haciendo. Estaba en una pequeña habitación y el único tablero que había, lo ocupaba él. Al preguntarle por los demás dibujantes, me contestó que cada uno traía los dibujos hechos en su casa, allí trabajaba solo y que dejara mis dibujos que me los publicaría en sucesivos números.
Esa vez había ido por otra editorial  MOPASA, a llevar una historieta que me habían pedido: “El Luchador”,personaje de mi creacción, eran 12 páginas en dibujo humorístico en blanco y negro, que se publicó en una revistita denominada “La Barra de Pascualito”, por la segunda mitad de 1970.
Arreglé con Mazza en enviarle dibujos por correo, cosa que aceptó y así colaboré en unas cuantas Rico Tipos de la segunda época, pero ya no era lo que yo había soñado.
Le pasé el "dato" al colega Salvatore que fue a Buenos Aires y publicó inmediatamente durante varios números. No recuerdo cuánto duró la revista, pero ya estaba "Humor" haciendo "capote" y al tiempo, cerró definitivamente.

No hay primera sin segunda...
En mi casa se leía mucho, mis padres gustaban de las magníficas Selecciones del Reader, también novelas y se compraban el Tony y el Intervalo semanal. Un diario en la semana también y eso que éramos de clase pobre, pero el dinero “valía” y bien administrado nos podíamos dar algunos lujos: el de la lectura por ejemplo. Y escuchar los radioteatros gauchescos del libretista argentino Héctor Bates que pasaban al mediodía por radio Splendid, eso me dio la pauta para escribir después mis historias gauchescas.
De las revistas que mi padre gustaba leer, recuerdo las de “Fabián Leyes” y “El Huinca”, escritas y dibujadas por Enrique Rapela. Y en una de mis visitas a Buenos Aires, llegué a la redacción de esas revistas que publicaba su editorial “Cielosur”.
Luego que me presenté a un hombre que me atendió al cabo de un rato de espera, y me dijo que se llamaba Magallanes (ayudante de Rapela), me comentó que éste estaba muy enfermo y era imposible verlo, ya que estaba internado. Como no me quería ir sin mostrar mis dibujos, llamó a un señor bajito, medio rechoncho de grueso bigote y lentes caídos sobre su nariz y me lo presentó como el director de las revistas: se llamaba Leonardo Wadel. (El creador de tantos guiones estaba allí, tan humilde, como si fuera uno más de los mortales atendiendo a un promitente e ignoto dibujante uruguayo).
En tono apenas audible me confirmó la enfermedad de Rapela…”cuestión de horas”, dijo. Por supuesto que no insistí, le dí las gracias por su atención y me fui.Rapela falleció en febrero de 1978.