Este es mi hobby preferido.
Si tuviera que
definirme en lo profesional, diría que primero soy pintor, luego dibujante,
aunque toda mi carrera la hice dibujando, porque en mis comienzos la pintura
tuvo un efecto magnético sobre mis deseos y fue lo que primero hice. Tal vez
por imitación, porque mis tíos maternos eran todos pintores aficionados y
alguno, escultor. Por la desgracia de ser una familia numerosa y pobre, ninguno
de ellos cumplió sus aficiones, cosa que yo he hecho y creo que les pagué la
cuenta con eso.
Dos de mis tíos: Mario
y Antonio, llenaban cuadernos con dibujos a lápiz y coloreados con lo que
tenían a mano, podía ser acuarelas o crayolas o lápices de colores. Antonio
hacía pequeñas esculturas derritiendo plástico (y plomo también) y volcándolo
en un molde previamente hecho. Luego lo alisaba con una escofina o lija,
dándole la textura necesaria. Miguel hacía esculturas partiendo de un armazón
de hierro al que le agregaba portland amasándolo manualmente hasta formar la
figura. Generalmente eran bustos de hermosas mujeres que luego completaba con
pinturas al aceite.
Rodolfo tocaba el
violín y la pianola y ejecutaba obras de consagrados y también alguna de las
suyas. Bernabé cantaba y tocaba la guitarra junto con Luís. Era una familia a
la antigua, cuyos antepasados habían nacido en Río Grande do sul, donde
trabajaban la pólvora, apelativo que se ganaron: ellos eran De los Santos
Correia, pero les quedó de apellido Pólvora y así me llegó a mí también,
después del italianísimo Geninazzio heredado de mi abuelo, que de artista no
tenía nada, por ser un simple contadino venido del norte de Italia, del lago de
Como, a principio del 900.
Mi madre me contaba
que a los tres años yo copiaba las figuras de los envases y luego los coloreaba
con algunos pocos lápices de colores que me regalaban mis tíos.
En primaria la
maestra me pedía ilustraciones sobre cuentos que ella leía, pero mis compañeros
no sentían envidia alguna. Eran otras épocas y estábamos en el interior del
Uruguay. En Secundaria no me gustaba el dibujo técnico y siempre buscaba hacer
ilustraciones o”naturalezas muertas”, ante la ofuscación del pobre profesor que
no me veía involucrado en su clase. Sólo cuando empezamos con los pasteles
(colores) me emplée de lleno y subí las notas.
En las tardes iba a
la Biblioteca del pueblo a buscar libros de arte y los devoraba, estudiando las
técnicas de Da Vinci, Michelangelo, Goya, Fragonard, Cezanne, en fin, el que
pudiera encontrar en aquella escuálida biblioteca.
Como no tenía para
comprarme óleos y pinceles, usaba pasteles y acuarelas. Le llené las paredes a
mi casa con cuadros (pájaros, flores, paisajes) porque estaba apoyado por mi
madre, mi padre tení pensado otro futuro para mí que no era ni el dibujo ni la
pintura precisamente…
Cuando salí de
Secundaria y empecé a estudiar dibujo, seguí pintando y junto con dos amigos de
mi edad, nos propusimos formar un grupo de pintores y lo llamamos: “Grupo
Torres Leiva” en homenaje al fundador de nuestra ciudad. Con unos cuantos
cuadros (ya pintados al óleo porque había podido comprarlos) hicimos una
primera exposición en el Liceo, cedido gentilmente por su director que también
expuso sus obras junto a las nuestras.
Fue un suceso ya que era la primera vez
que sucedía algo parecido y nos llenó de orgullo. Aunque al mes siguiente me fui
de la ciudad a empezar mi carrera de dibujante, mis amigos siguieron con las
exposiciones ¡por 20 años más!, pero en la sala de un club deportivo que
mediante un alquiler, la cedía una semana en octubre.
Yo seguí pintando,
pero ya como hobby y porque me “calmaba”. Es una eficiente terapia la pintura y
se la aconsejo a todos, aunque no sepan pintar.
Por supuesto que
tengo varias anécdotas sobre mis pinturas pero las dejo para otras entradas: "Memorias desde mi caballete"...
2 comentarios:
Sos un artista completo. martha
gran habilidad, muy buenos cuadros!
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