XANADU 19

lunes, 19 de diciembre de 2011

Memorias desde mi tablero

Cuando un amigo se va...
Eduardo Barreto en la Escuela Uruguaya de Arte (1978)



Llegó una lejana tarde de 1971, al  salón de la Biblioteca del diario El Día, donde nos reuníamos todos los lunes para confeccionar el suplemento infantil “El Día de los Niños”. Con  apenas 17 años, una carpeta con historietas del Cid Campeador bajo del brazo y la compañía de su madre. El director nos pidió nuestras opiniones a José Rivera y  mí sobre su dibujo. Coincidimos que estaba en el buen camino, influenciado por Foster y con la línea recargada, pero tenía “algo”, que el tiempo nos dio la razón; sería un destacado historietista ¡y cómo!.
Se llamaba Luis Eduardo Barreto y empezó publicando dos páginas semanales de esa historieta del Cid, luego hizo Skylab, una aventura espacial desarrollada en una estación espacial y ya con más destreza; “El Poderoso Halcón”,  con un dibujo más consumado, con la mira puesta en su artista favorito Russ Manning.

De carácter amable, dispuesto a ayudar en lo que fuera, se instaló en el suplemento y al tiempo realizó ilustraciones también.
Nos hicimos muy amigos y los sábados llegaba hasta mi casa, donde juntos dibujamos algunas historietas históricas para la revista Charoná e hicimos una de Robin Hood para el suplemento del Día.
Me acompañó en la creación de la Escuela Uruguaya de Arte, junto a Rivera, Lemos, Umpiérez, Federici y Couto.

Intentamos colocar un suplemento de historietas en el diario El Día, pero tenían una política muy cerrada respeto a eso y entonces intentamos colocar material al exterior, para lo que le escribí una historia de ciencia ficción “Alfa y Beta”. Eduardo dibujó unas 10 tiras, pero él siguió buscando por su cuenta y llegó hasta United Press donde le compraron “El Poderoso Halcón”, y cuando se quedó sin material me pidió que le hiciera los lápices. No duró mucho porque no rendía económicamente y se desmotivó.
Yo viajaba seguido a Buenos Aires, ya que seguía publicando algo en las revistas de Mazzone y cuando Eduardo se enteró que había estado en Editorial Columba y que yo no quería entrar porque me pedían seguir la línea de Dalfiume (cosa que me negué, no porque no me gustara el estilo, sino que yo ya tenía varios años de oficio en el medio y no me veía copiando a otro artista), así que me acompañó y lo presenté a Antonio Pressa, el jefe de arte de la Editorial.
Luego de mirar las enormes tiras del Poderoso Halcón, Pressa le dijo que podría hacer algo, pero debía quedarse en Buenos Aires y que debía seguir uno de los consagrados: en ese caso Altuna que hacía Kabul de Bengala. La cara de Eduardo era una fiesta. Nunca pensó en las dificultades, sólo en dibujar y publicar y aceptó sin preguntar lo que le pagarían.

Volvimos a Montevideo, porque él tenía su esposa y su primer hijo viviendo aquí. Además debía comunicar su baja del suplemento.
El caso fue que se largó a Buenos Aires, donde –según me comentó años después- tuvo que hacer de todo en la editorial, hasta que le dieron los guiones de Oesterheld (creo que hizo 10 historias de Kabul). Pero tuvo un problema ya que a Robin Wood no le gustó su estilo para uno de sus personajes. 
Eduardo había congeniado con los hermanos Villagrán y trabajaba en el estudio. Se le notó el cambio en su estilo. Sus personajes eran más corpulentos y musculosos y había cambiado para bien la forma de colocar las luces y sombras.
Una tarde estábamos en plena tarea de realización del suplemento de los niños cuando apareció de nuevo, con su sonrisa de siempre. Había vuelto para quedarse. 
La situación económica no le era favorable ya que el pago en Columba no era mucho.

Entonces se le dieron dos páginas donde realizó una historieta de un joven de la edad media, con excelente pincel y que distaba mucho de su Poderoso Halcón. Tenía fuerza y personalidad su línea. Después incursionó en el dibujo infantil, ilustrando el cuento de Pinocho en historietas. Hizo muchas ilustraciones. Pero él tenía otra meta y nos lo dijo: quería probar suerte en la meca del comic: EEUU y un buen día se largó y yo no supe más de él, hasta muchos años después que nos encontramos en mi oficina de la Intendencia, donde me contó que había vuelto a Uruguay, porque no soportaba el invierno, ni su señora y sus hijos, pero que seguía dibujando desde Montevideo.
Se había instalado en una oficina, cerca de mi estudio, en la calle Sarandí. Un día vino a verme y junto con otros dibujantes planeamos hacer de nuevo la Escuela Uruguaya de Arte, pero quedó en proyecto porque en esos años todos estábamos cubiertos de trabajos.

Compartió el staff de la revista Balazo generosamente a pesar de sus muchos trabajos para el exterior, con una historieta guionada por Carlos Federici.

Hace un par de años me envió un email, diciéndome que quería tener originales míos, que le pusiera el precio y que nos viéramos. No me pareció correcto cobrarle mis dibujos, así que le contesté que eligiera los que quisiera y que él me los cambiara por alguno de los suyos. Me contestó afirmativamente, pero enfermó desgraciadamente y ya no nos encontramos, salvo unos mail más donde yo lo consultaba sobre su estado de salud.

Y este diciembre de 2011 se fue definitivamente.
Vivió dibujando todo y de todo, furiosamente, como si no le alcanzara el tiempo…como si supiera que debía aprovechar esos 57 años años para cumplir su sueño de ser un excelente historietista uruguayo dibujando los personajes más icónicos del comic americano.
  

13 comentarios:

Sebastián Martínez dijo...

Muy emotivo. Creo que de esas anecdotas es de lo que debe nutrirse la gente, recordar como vivió y el trabajo que dejó, su obra, su arte, un pedazo de si.

Anónimo dijo...

Que buen recuerdo, y que foto!!!

Todavia me acuerdo cuando, para unas breves vacaciones en Montevideo, me lo encontre en "Lecturas" a mediados de los 90... cosas del destino! Su consejo y guia fueron fundamentales para mis inicios como dibujante!

Charles from the South dijo...

Me ha complacido, al buscar material para esta nueva (y sumamente ingrata) carpeta que viene a sumarse a las ya demasiadas que contiene mi apartado de “In Memoriam”, encontrarme, en relación a nuestro amigo, con la opinión unánime que añade a su profesionalismo sin tacha sus particulares bonhomía y generosidad. Todo lo cual no hace sino confirmar un juicio que se fue solidificando a lo largo de los años de una amistad compartida, que si bien las más de las veces se vio separada en términos geográficos, estuvo siempre firmemente cimentada en el afecto y el respeto mutuos, sin excluir, de mi lado, la correspondiente admiración hacia sus dotes, y del suyo una especial consideración hacia mis ínfimos talentos, que no perdió ocasión de destacar en alguna de sus variadas entrevistas.
Tuve ocasión de apreciar, entre ese material, el sentido homenaje gráfico de Matías Bergara, que desde luego ha pasado a formar parte de mi acervo.
Carlos F.

Daniel Puch dijo...

Quien no aprendio algo con Barreto??? Para mi fue un maestro como aca el colega Gezzio!!! Me acuerdo que lo vi a Eduardo en una charla que dio en el taller de Ombu y Tunda en la Asociacion Cristiana de Jovenes, alli tenian el taller. Y Eduardo nos dio tremenda charla.
Ahi aprendi a usar los "thumbnails" con el, y es el metodo que siempre uso para diagramar la pagina antes de ir a la pagina. El dividia la hoja carta en 4 y ahi metia la pagina completa en dibujos super simples. Me acuerdo que nos dio algunos para que nos llevaramos, yo tenia uno que era para Star Wars que estaba buenisimo. Pero lamentablemente se me traspapelo en alguna mudanza y ya no lo tengo. Igual, una vez le pedi que me enviara fotocopias de sus originales a lapices para entintarlos, para enviarlos a editoriales de comics en USA y el muy amablemente me los envio. Un tipazo!!! Se fue una gran persona y extraordinario artista, lo vamos a extrañar, pero bueno. Espero que el dia voy al cielo (si es que voy para ahi jejeje) me pueda seguir enseñando algunos trucos mas…
Saludos a todos! Especialmente a Diego y a Gezzio!!!

Daniel Puch

Daniel Puch dijo...

Quise decir que es el metodo que uso para diagramar su idea antes de ir a la pagina. Sorry, se me fue el mensaje sin revisar bien. Ustedes sabran entender.
:-)
Daniel

MaGnUs dijo...

Que grande, gracias por compartir estos recuerdos!

Hasta yo, que no soy dibujante, aprendi con este titan.

Anónimo dijo...

Maestro: gracias por compartir sus recuerdos. Todos y cada uno de los trabajos realizados en "El Día", nombrados en su nota forman una parte muy importante de mi infancia. Gracias por recordar. Que nunca muera la memoria

Roho dijo...

Muy bueno el post, triste pero buena. Alguien tiene alguna idea que numeros de Kabul hizo Eduardo? encontre un monton de archivos de este comic y me encantaria publicar una historia por Barreto en SAP.blogspot.com pero no se que numeros fueron de el. Saludos.

MaGnUs dijo...

No se cuantos numeros hizo (creo que el propio Eduardo se acordaba), pero fijate que (de su propia boca) los suyos son los que firmo con su nombre, mas algunos que llego a firmar con los pseudonimos "S. Gneis" y "Kopy" o "Kopi".

MaGnUs dijo...

(NI el propio Eduardo se acordaba.)

Roho dijo...

Me fijo, es una lastima que el wiki es español este tan flaco, ni siquiera tiene lo que tiene el que esta en Ingles, estaria bueno tener una bibliografia completa.

MaGnUs dijo...

Completa va a estar dificil... yo estuve compilando unos datos sobre la carrera para el Perdidos de este mes; despues voy a engordar ambas wikis.

Juan Pedro López dijo...

Gracias Maestro por compartir cosas tan intimas ,tuve la suerte de conocerle en el Diario el Dia,solo dos veces le ví,pero yo le admiraba de jovencito aunque solo tenía 9 años más que yó,para mí se fué un grande de la historieta,pero seguro que está dibujando para el Creador en algún confin del vasto universo.