XANADU 19

viernes, 29 de junio de 2012

Revistas digitales

"Estado de Humor"
Como ya escribí en un post anterior, he estado realizando revistas de variadas temáticas, pero me frenaba su distribución y escasas posibilidades de venta, pero ahora que encontré la forma de pasarlas a archivos digitales las pongo a disposición de todos mis amigos que gusten de este tipo de revistas. 
No tienen que gastar un peso, y hasta pueden descargarlas desde el enlace que tiene cada una.  
Yo las hice  porque me gusta y espero que lo sepan apreciar.

Estado de Humor
 Nº 1


Estado de Humor
 Nº 2


Estado de Humor
 Nº 3

Semanrio El Eco de Palmira, Carmelo y Colonia

Publicado en el semanario El Eco de Colonia el sábado 23 de junio.

Guambia 2012

Publicados en el suplemento Nº 877, del diario Unoticias del miércoles 27 de junio.






martes, 26 de junio de 2012

Charoná 2012

Publicados en el suplemento Nº 903, 
del diario La República, el 26 de junio.



lunes, 25 de junio de 2012

¡A Balazos!!!



Esta nota la escribió nuestro amigo y socio Pablo Dobrinin, de la cooperativa que editó

la revista Balazo,para el último número que publicamos, el 9 y donde explica los sinsabores y desdichas que tuvimos que pasar para hacer realidad un viejo sueño: 
la revista propia.
¡Celebramos un año de 
comics a la uruguaya!

Por Pablo Dobrinin


Con esta edición que tienen en las manos ( Balazo N° 9 de Agosto de 2000), estamos celebrando un año de trabajo.
La ocasión nos parece propicia para contarles las distintas alternativas –desconocidas para la mayoría de los lectores que nos llevaron hasta estas instancias. Tomando en cuenta que esta revista es tan nuestra como de ustedes, pensamos que les agradaría saber un montón de detalles que seguramente servirán para conocernos mejor.

Un viejo sueño

Williams Geninazzio –Gezzio- y Rolando Salvatore habían tenido un sueño que año tras año este último se encargaba con insistencia de recordar: sacar una publicación que reviviera el espíritu de las historietas de antaño. Por distintos motivos, fundamentalmente económicos, el proyecto demoraba en concretarse. Un buen día, estos amigos llegan a la conclusión de que la mejor forma de abaratar los costos es integrar a más miembros al equipo. Así invitación mediante se unen Ernesto Cantonnet y un servidor. Luego de un par de infructuosas reuniones en la que manejamos costos de publicación, y en las que incluso llegamos a estudiar la posibilidad de hacerla en fotocopias, arribamos a la triste conclusión de que el proyecto era económicamente inviable. El problema ya no era reunir el dinero necesario, sino que aún logrando esto, la revista iba a llegar al público a un precio exorbitante. La importancia de una muestra de historietas
Pero la providencia nos tenía una gran sorpresa: el 12 de mayo de 1999 en la Fundación Buquebus se inauguró la recordada muestra “Noveno Arte-Historieta uruguaya”. Allí tuve la fortuna de reencontrarme con Daniel Puch, un amigo con el que años atrás habíamos trabajado en Diaspar, una entrañable revista de ciencia-ficción y fantasía que estaba dirigida por Roberto Bayeto. Cuando a Puch le comenté lo que nos traíamos entre manos y las dificultades a las que habíamos enfrentado, él se nos unió y tuvo el enorme mérito de sacar la piedra que nos obstruía el paso: consiguió una imprenta que nos presentó un presupuesto razonable. Posteriormente el grupo terminaría de integrarse con la llegada de Carlos Maria Federici y Daniel González. Después establecimos que seríamos una cooperativa, con igualdad de voto para cada uno de sus miembros y empezamos a trabajar.

El primer Balazo

En julio de 1999, con gran emoción, pudimos por fin deleitarnos con el olor a tinta fresca del número uno de Balazo. A sugerencia de Gezzio adoptamos un formato similar al de la legendaria “Hora Cero”, lo que concordaba con la frase: “El regreso de la aventura” que encabezaba el título de la revista. También en la tapa incluimos “Historietas Uruguayas”, para que nadie dudara de que se trataba de una publicación nacional. Conforme a este propósito incluimos historietas de todo tipo: policial, guerra, ciencia ficción, indios y soldados norteamericanos, etc., además de un artículo sobre el nacimiento del cómic en 3 dimensiones y una entrevista a Angel Umpiérrez. Luego salimos a buscar publicidad, iniciamos la siempre ardua labor de distribución a consignación-librería por librería y mandamos ejemplares de obsequio a diversos medios de comunicación y en varias ocasiones fuimos entrevistados en prensa, radio y televisión.
Debemos destacar en este sentido la buena disposición de los programas y diarios, que de esta manera, nos proporcionaron una difusión gratuita. Pero nada sería fácil para Balazo, y muy pronto íbamos a descubrirlo.

La aventura de sobrevivir

El escaso tiraje (300 ejemplares) provocaba entre otras cosas un elevado costo por revista y que los márgenes de ganancia se vieran reducidos al mínimo, situación que todavía se mantiene. Desde el primer momento tuvimos muy en claro que no hacíamos esto por dinero sino simplemente por el gusto de hacerlo.
Cuando salimos a conseguir publicidad la tarea no fue fácil, de hecho, de las cuatro publicidades que aparecen en la contratapa del segundo número, había dos que no nos reportaron ningún beneficio, porque no eran más que una excusa para difundir el trabajo de los integrantes de la revista: “Comigráfika” (sitio de internet destinado a difundir a los dibujantes nacionales) y “Maquetas y croquis” (de Daniel González”). Con el tiempo aparecerían otras publicidades gracias a las cuales hemos podido sobrevivir. En lo que respecta a la repercusión que tuvo Balazo, recibimos comentarios de todo tipo.

Críticas buenas y de las otras

La respuesta del público fue estimulante, ya que por lo menos nos permitió financiar la salida del segundo número, si bien nos consta que mucha gente la compró con el fin de apoyarnos.
En los medios de prensa la inmensa mayoría de las críticas tuvieron un tenor similar. Primeramente celebraron la mera aparición, pero luego comenzaron a afinar la puntería y a señalar virtudes y defectos. Así por ejemplo, la entrevista y el artículo tuvieron una buena acogida, postura que, afortunadamente, por lo que hemos oído y leído, aún persiste. En el resto del material no nos fue tan bien. Se nos acusó de que en general hacíamos una historieta pasada de moda que no tenía mucha razón de existir en los tiempos que corren. Esto sirvió de estímulo para que algunos miembros de Balazo realizaran una crítica a nivel interno, haciendo oír sus voces de disgusto hacia el material que algunos de sus propios compañeros había incluido.
Empezamos a cambiar
En el número dos, Alejandro Colucci se integró a la cooperativa, en principio para dedicarse a las tapas, lo que fue muy bien recibido por propios y ajenos, si bien hay que señalar que la tapa anterior no había sido objeto de mayores ataques.
Una de las primeras historietas en desaparecer fue “El Capitán Rayo” acusada de presentar un humor “ingenuo y explicado”. El golpe en este caso fue dirigido para mí, que realicé el guión. Debí reconocer que me había equivocado en incluirlo, ya que ese personaje en realidad yo lo había pensado para un público juvenil y aquí desentonaba. Un proceso similar fue el que realizó Gezzio. A mi buen amigo le echaron en cara que su “Capitán Kane” (notablemente dibujado) que luchaba contra los “indios seminolas” estaba fuera de época, no era posible seguir presentado a los indígenas como los malos de la “película”.
Ciertamente, cuando Gezzio realizó esta historia, no había pensado en este detalle, por que lo que él tenía en mente era sencillamente lograr una historia de aventuras como las que muchos habíamos leído cuando éramos más jóvenes. Pero la edad de la inocencia ya había terminado. Desde que intelectuales como Dorfman, Mattelan y Eco comenzaron a demostrar el componente ideológico en comics aparentemente neutros, la situación ya no es la misma.
El “Capitán Kane”, que nunca conoció a estos señores, debió despedirse de sus nostálgicos lectores.
Si bien estaba previsto para más entregas, murió a manos de un seminola en el número tres.
El número dos también trajo un aporte trascendente: “Ismael”, de José Rivera. ¿Cómo se imaginan que la crítica reaccionó ante una obra publicada por primera vez en 1959?
Ismael

La primera vez que vi Ismael no fue en las páginas de El Día, sino en una edición especial íntegramente dedicada a la historieta nacional (enero de 1983) de la revista El Dedo. En apenas 4 páginas Elvio Gandolfo había realizado un homenaje a este insigne dibujante en el que, además de hacer un notable análisis de su estilo, comentaba que tanto las planchas como los originales habían desaparecido. Recuerdo que cuando llegué a este punto de la lectura sentí un gran pesar, ya que, observando las viñetas que se reproducen en el articulo, quedaba muy claro que se trataba de una obra excepcional. Cuando Balazo ya estuvo en la calle, se me ocurrió que –haciendo una restauración digital de las tiras aparecidas en El Día- podíamos recuperar esa joyita. Le comenté a Gezzio la idea y se mostró muy entusiasmado, de manera que me puse a trabajar. Conseguí una entrevista con Rivera y logré convencerlo de reeditar su obra. El propio Gezzio se encargó , desde entonces, pacientemente, de “limpiar” –computadora mediante- las tiras semidestruidas y algo amarillentas. La crítica, después de este arduo trabajo se mostró –enhorabuena- muy receptiva. Estaba clarísima la diferencia entre algo pasado de moda y un verdadero clásico. Como hemos afirmado otras veces, esperamos en un futuro no muy lejano, poder editar un Balazo-extra que contenga la totalidad de la historieta.
Cambios en la integración
En el número tres, por discrepancias de política editorial, Rolando Salvatore abandonó Balazo. Para nosotros fue una pérdida muy importante, por todo el empuje que él le había dado a la revista, hasta ese momento era quién más se había movido para conseguir publicidad, promoción en los medios e inclusive puestos de venta. Su voluntario alejamiento no impidió que, en una elogiable actitud profesional continuara, puntualmente, con sus entregas del “Alacrán” hasta finalizar la aventura.
Consecuentemente con este hecho, invitamos a colaborar a guionistas, articulistas y dibujantes ajenos al staff. Desde entonces venimos recibiendo un buen número de aportes que prestigian la publicación.


Siguen los cambios
              Hasta ese momento, pese a algunas críticas apresuradas, Balazo no había sido una publicación para “viejos”, sino en honor a la verdad, ofrecía una mezcla. Por ejemplo, hay que pensar en la entrevista a Barreto, un artista de indiscutible vigencia, o en “Marco Alvarado” que cuenta con una importante legión de seguidores. El resto del material se repartía entre dibujos de tipo clásico y notas similares.
Las críticas más duras habían sido para los guiones de “Capitán Kane”, “Capitán Rayo” y “Alacrán”. En la medida que se eliminaron estas historietas y se hicieron algunos aportes, la revista empezó a redimensionarse.
En el número siete sugería la inclusión de dos secciones que están a mi cargo: un correo de los lectores u Panorama del comic uruguayo”. A partir del ocho, Gezzio incorporó otra sección destinada a las novedades del comic internacional. ¿Dónde nos deja todo esto?
El perfil definitivo de Balazo
             Creo que después de analizar esta historia de Balazo, ha quedado demostrado que tuvimos la suficiente enteresa como para reconocer errores y un inquebrantable espíritu de superción siempre con la idea de darle a los lectores lo mejor. Hoy la revista apunta al pasado, presente y futuro de la historieta, no solo nacional sino también internacional. Con el correr del tiempo, y siempre que sigamos teniendo el apoyo de los lectores, Balazo habrá dejado un material que será de gran utilidad, tanto a estudiosos del comic como a los aficionados.
¿El último Balazo?
            Cuando llegamos al número 6 nos planteamos la siguiente pregunta:
¿seguimos o cerramos?
La razón era la siguiente: después de tanto trabajo, nadie llegó a percibir una remuneración económica. Nada, ni un solo peso, ni siquiera retiramos lo invertido en el número uno. El dinero que cobramos por la venta de un número apenas alcanzaba para pagar el siguiente. Se pueden hacer las cosas por amor al arte, pero luego de un sexto número uno empieza a cuestionarse esta idea. Sacar periódicamente una publicación de este tipo implica que muchos deban quedarse sin domingos, o robarle horas al sueños. Pienso por ejemplo en Gezzio, que con todos sus años de dibujante profesional y el arduo trabajo que tiene para cumplir con los medios que sí le pagan, se quedaba hasta altas horas de la madrugada para cumplir con el armado de la revista, seleccionar el material o terminar de dibujar una historieta.
Situaciones similares se vivían en el resto de los integrantes del equipo y esto lógicamente genera un progresivo desgaste, que incluso repercutía en la familia de cada uno. Tan así, que en un momento dado, estuvimos a un pasito de cerrar. Sin embargo, continuamos. No estábamos conformes con todo lo publicado, ni mucho menos, pero haciendo un balance de los seis números editados hasta ese momento, llegamos a la conclusión de que en cada uno de ellos siempre había algo que valía la pena, y que en conjunto, habíamos logrado por lo menos una obra meritoria. Además, nos daba pena cerrar justo cuando acabábamos de convertirnos en la publicación más longeva que registra la historia del comic uruguayo. Mucha gente se había lanzado en aventuras similares, y la mayoría no había tenido más remedio que cerrar. Nosotros en cambio, teníamos la posibilidad de elegir. Por otra parte, sentimos que no podíamos decepcionar a los lectores que nos apoyaron, esperaron y estimularon. Por eso estamos aquí, para seguir recordando y construyendo la historieta uruguaya. Más allá de hipotéticas ganancias, mientras nos quede el suficiente dinero para financiar la edición siguiente, continuaremos saliendo.
Con el apoyo de todos, habrá Balazos para rato 
(Esta línea final, sólo quedó como una expresión de deseo, porque allí terminamos la aventura, aunque yo seguí armando, dibujando, escribiendo otros números de Balazo que espero subir a la web. Por lo pronto ya lo hice con el Anuario que está para leer y descargar. )

domingo, 24 de junio de 2012

Pinacoteca de arte


Libros de Dibujo

Andrew Loomis (1892-1959), fue un extraordinario ilustrador norteamericano que dejó una excelente obra didáctica, imprescindible estudiar para reforzar y complementar el estudio del dibujo. Una obra que se mantiene a través de los años sin perder vigencia, por haber sido realizada por un verdadero conocedor del arte. Realizó una serie de libros excelentes 
( Divirtiéndose con un lápiz, Dibujo de figura en todo su valor, Ilustración Creadora, El ojo del Pintor, Dibujo de éxito), pero éste: “Dibujo de cabeza y manos” es necesario para conocer los principios del dibujo de figura.






Este material está tomado de internet y lo he subido con el solo fin de difundirlo para quienes estudian dibujo y también para los profesionales que desean refrescar sus conocimientos.





sábado, 23 de junio de 2012

Xanadú Nº 3

Revistas Digitales

Archivos que me habían quedado grabados desde hace años, los he rescatado porque son parte de la clásica historieta que supimos hacer varios colegas y yo, y que tuvieron poca difusión.
Descontando que la nueva generación nunca los vio es que los pongo en este nuevo formato que lo hace más práctico, sin costo para el usuario y que los muestra a más personas de las que llegarían impresas en papel.

Para leerla y/o descargarla:



Guambia 2012

Publicados en el suplemento humorístico del diario 
UNoticias del miércoles 20 de junio






El Eco de Nueva Palmira, Carmelo y Colonia

Publicado el sabado 16 de junio en el semanario El Eco de Colonia.


jueves, 21 de junio de 2012

Charoná 2012

Publicados en el suplemento infantil del diario La República,
edición Nº 902 de 
Charoná, del martes 19 de junio.

El dibujo del indio lo hice hace mucho y fue cuando estaba 
en proceso de estilizarlo hasta como lo dibujo ahora. La otra ilustración 
es de mi amigo y colega Enrique Stekamps.




La ilustración de fondo me pertenece; el indiecito 
fue dibujado por el colega Pedro Cano.




martes, 19 de junio de 2012

Revistas de historietas

Desde
             mi época escolar es que hago revistas de historietas. Llenaba mis cuadernos con dibujos a lápiz y los pintaba con lo que tuviera a mano, acuarelas o lápices de color.
Hasta que conocí el método del hectógrafo, con el que se podía serializar una publicación.
Era costoso y demandaba mucho esfuerzo, porque después de hacer todas las historietas, había que repasarlas con una tinta especial para ese fin y con pluma del tipo cucharita, para luego "imprimirla" en la masa gelatinosa previamente hecha con ingredientes comprados en la farmacia (esencia de cola de pescado o algo así) y colocarlo en una asadera hasta que tomara una consistencia como para sacar hasta 10 copias.
Más no se
               podía porque la tinta ensuciaba la gelatina y las hojas y había que realizar el proceso nuevamente, o sea volver a ejecutar toda la receta hasta lograr nuevamente la gelatina pronta para imprimir una nueva hoja de la revista., hasta completar unas 10 páginas porque más ya no era negocio. Luego se engrampaban y tenía pronta la edición para venderla a mis sufridos amigos.
Al pasar los años y meterme en las imprentas aprendí el negocio desde adentro de las editoriales y así saqué un par de libros y revistas de variados contenidos, generalmente a pedido de otros y cuando juntaba algun dinero como para "tirarlo", mis propias revistas: Bombón, Estado de Humor, Humornautas, Orsai, Lengua Larga...
Hasta que el
               bajón económico de fines del siglo pasado me hizo optar por una cooperativa de amigos, dibujantes y guionistas con la que hicimos "Balazo" y que llegamos hasta el noveno número, todo un éxito para la historieta clásica uruguaya, pero un fracaso económico.
Pero después que la cooperativa se desmembró, cada uno por su lado, mantuve intacto mi afición y seguí haciendo revistas que me quedaron guardadas en cds, hasta ahora que encontré cómo "publicarlas" en línea.
Y Xanadú 
                fue una de las revistas donde junté material de mis amigos y míos, con los que hice dos números y hay dos más en preparación.
Pueden verla y leerla y hasta descargarla, desde este link:
Xanadú 1

lunes, 18 de junio de 2012

Carlos Casalla, un creador y ejemplo


Video "Continuará", presentado por Juan Sasturián, en homenaje 
al gran dibujante y su personaje "El cabo Savino".

 Carlos Casalla, el historietista que es récord mundial

Tomado del diario Clarin de Buenos Aires, 

artículo  POR CLAUDIO ANDRADE

BARILOCHE. ESPECIAL - 17/06/12
Un par de horas atrás, una llamada telefónica desde Buenos Aires le anunció a Carlos “Chingolo” Casalla que marcó un récord mundial . Según su interlocutor, un representante de la Universidad de San Martín Casalla, el legendario historietista argentino radicado en Bariloche, es la persona que permaneció más tiempo haciendo la misma historieta en la historia del género. Se trata deEl cabo Savino , que nació en 1954 en el diarioLa Razón y ya lleva casi seis décadas ininterrumpidas de galopes a caballo, peleas con cuchillos y malones indios.
No es ninguna broma. La llamada además le solicita su presencia los primeros días de julio para recibir un homenaje en la Universidad de San Martín en Buenos Aires. Casalla lo agradece, pero declina la propuesta. “ Estoy muy ocupado, y muy grande , pero me alegra y me sorprende el homenaje y el dato, no tenía ni idea”, le cuenta a Clarín . Mientras conversa las puntas de sus dedos manchados de tinta sostienen una estilográfica con la cual va bosquejando los diálogos de su personaje mestizo, nacido ficcionalmente en Caballito, cuando aquel barrio porteño “era puro campo”.
El creador de Savino y dibujante de Alamo Jim , El Cosaco y Perdido Joe , entre muchos otros, tiene hoy 87 años y continúa trabajando con excepcional vitalidad . Lo de excepcional no es una figura: Casalla dibuja y publica diariamente las historias de su personaje en las páginas del diario Río Negro y, una o dos veces por semana, toca jazz con sus hijos, sobrinos y amigos en distintos reductos de la ciudad.
A fines de los ‘60, en uno de los momentos más altos de la edad de oro de la historieta argentina, Casalla y un grupo de compañeros del rubro como Octavio Moraga y Jorge Pérez Castillo alquilaron dos casas en Villa Gesell. En una reunieron a las familias (“¡Hasta suegras!”, recuerda) y en la otra ellos, los jóvenes y exitosos dibujantes. “Eran dos meses de vacaciones para la familia pero nosotros laburábamos todo el día porque teníamos cosas que entregar. Cuando terminábamos, metíamos los cartones en un sobre y los mandábamos por correo. Una lástima porque jamás conservé un original y cuando la editorial Columba cerró, todo eso se perdió . Hoy veo en Internet un cartel que dice ‘Vendo original de Savino’ y digo ‘che, ¡eso es mío!’”.
Casalla se formó en la Academia Nacional de Bellas Artes y aprendió el oficio de historietista del entrañable José Luis Salinas. Pero antes, como alumno recién egresado, puso los ojos en la publicidad para ganar unos pesos. Era mediados de los ‘40. “Entonces no se hacían fotos; había que dibujar todo: autos, heladeras, nenes jugando ”.
Hacer historietas, tal como se entiende hoy, no figuraba en ningún libro de aquellos años. “En los diarios se publicaban tiras históricas, no de personajes originales. Se representaban libros como Los tres mosqueteros . Pero historieta no, eso lo teníamos que aprender solos”, recuerda.
Casalla comenzó tímidamente a “meter” historietas con su sello en diarios como La Razón y Crítica , apenas para hacerse un lugar en el ambiente. “Nos pagaban por cuadro publicado, había plata si la historieta iba bien y se publicaban muchos cuadros”. Cuando comenzó a participar de las publicaciones de la célebre Columba llevaba unos 10 años en el ambiente del dibujo profesional. “Con el dinero que me pagaban dibujando me hice dos casas en Bariloche sin préstamos, imaginate. Yo siempre quise ser libre, la historieta me dio una libertad esclava pero que me permitió venir acá en el ‘62 y no tener jefes arriba mío ”, explica.
El historietista no consumió por completo al músico.
En los ‘50 y principios de los ‘60, mientras dibujaba, también participaba de la escena jazzística porteña y tocaba en jam sessions con nombres del tamaño de Lalo Schifrin, Enrique Villegas, Baby López Furst y Jorge Navarro. En 1996, un amigo con mucho dinero, admirador de Savino, lo invitó a ir con él a EE.UU. a visitar los más exclusivos escenarios jazzísticos. Se les unió otro jazzero de ley, Walter Malosetti. “Estuvimos casi un mes viajando entre Nueva York, Chicago y Nueva Orleans , escuchando increíbles conciertos y parando en hoteles cinco estrellas. Un día viene Walter y me dice: ‘Che, Carlos, ¿viste que existían los Reyes Magos?’” Y cuando cierra la anécdota Casalla ríe, con su risa amplia que es también un clásico de la cordillera. Es el mismo hombre que participó en el equipo de Spilimbergo que pintó la cúpula de las Galerías Pacífico . El mismo que comparte su hogar con Carlota, su esposa escritora. El tío de Javier Casalla, el virtuoso violinista de Bajo Fondo Tango Club; el padre de Carlos, reconocido percusionista. El que dibujó en los ‘40 al Martín Fierro para una revista militar cuyo director, un mayor del Ejército, quería que se omitiera que el personaje era un desertor.
Muchas vidas, muchas historias , nacidas de una misma mano.


Addenda:

 Carlos Casalla (87 años) es, a la fecha (junio de 2012)un ejemplo de dedicación al dibujo de historietas con su ya  célebre “Cabo Savino” que nació en las páginas de las publicaciones de Columba, en la década de 1950 y se mantiene escribiendo, dibujando y publicándolo en tiras diarias en diarios del interior de la República Argentina.
Siempre mostró un relato casi literario de la lucha entre el pampa y el “milico”, cuando el Gobierno Nacional buscaba expandirse y ocupar “el desierto”. 
La historieta no pretendía instalar un planteo ideológico sobre el tema; mas bien era una lucha heroica con “buenos” y “malos” que buscaba entretener con temas criollos a jóvenes y a adultos. Casalla siempre bromeó con el hecho que Savino no fue ascendido en tantos años, a pesar de sus permanentes actos heroicos y su honestidad a toda prueba.

Instalado en Bariloche desde 1960, Carlos “Chingolo” Casalla trabajó como historietista (para editoriales de Buenos Aires y de Italia) y como ilustrador de temas criollos, dándole un tinte más regional a sus dibujos. 
Por encargo de Parques Nacionales ilustró parte de la historia patagónica con su personal estilo para la Pinacoteca de la institución. Participó en exposiciones de artistas plásticos y, cuando le fue posible, dio rienda suelta a su amor por el jazz. 
El dibujante Norberto Gandini y el caricaturista Hermenegildo Sábat lo ayudaban “a despuntar el vicio”. .
Y en algún momento las historias vividas que surgían en las conversaciones con pobladores de la zona, amigos, memoriosos de anécdotas de hechos ocurridos en la zona del Nahuel Huapí, o sugerencias de amigos como Manolo Puente de lo bueno que sería “dibujar la historia” local, lo llevó a crear y desarrollar una gran fábula en un libro que denominó “El Gran Lago”. A fines de 1994 lo presentó en el Salón Cultural de Usos Múltiples Municipal. 
Hoy es material de consulta en escuelas de la ciudad. A comienzos del año 2001 avanzó un poco más y “contó” una buena parte de la historia zonal en un mural. 
Esta vez es un solo gran cuadro, sin globitos y con personajes que “hicieron” esa historia.
Y no hace mucho aceptó el convite de un emprendimiento comunitario e ilustró el “Martín Fierro”, para que una ONG local financie un programa de contención de jóvenes .
Y hoy en este 2012, cuando muchos están "descansando de sus agitadas vidas", este enorme dibujante de 87 años, dibuja todos los días, con el impulso de los que nunca bajaron los brazos y se aferraron a la pasión de hacer historietas. ¡Mucha salud, maestro!

domingo, 17 de junio de 2012

Balazo, la aventura continúa...

http://issuu.com/williamgezzio/docs/anuario_balazo_n__1

Ahora pueden leer esta revista en:
 (Den un click en Preview.)

Este es un compilado de algunas de  las historietas más destacadas que dibujamos
y publicamos en varios números de la revista "Balazo", allá lejos y hace tiempo, pero que
 es necesario compartir
antes que el olvido nos alcance.

viernes, 15 de junio de 2012

Técnica de la Historieta

Imprescindible material para ser estudiado por quienes desear conocer la técnica y secretos de la historieta, realizado por profesores de la Escuela Panamericana de Arte, con la idoneidad de Enrique Vieytes, Alberto Breccia, Hugo Pratt, Arturo del Castillo, José Luís Salinas y otros.
Un libro completamente agotado, que solo se consigue en algun sitio de internet, pero que ahora ya lo tienen en este enlace.
http://issuu.com/williamgezzio/docs/mundodibujado.blogspot.com

Los Imaginadores

Excelente documental sobre la historieta argentina y sus creadores.


jueves, 14 de junio de 2012

Personajes del "Día de los Niños"


Un suplemento lleno de historietas!

Ya lo había comentado en otro post anterior, pero buscando en mi altillo entre cajas llenas de originales, me encontré esta página que yo había hecho, avisando del número especial de historietas con nuestros personajes y me trajo recuerdos de aquellos días de tantos dibujos sin pensar en dormir ni en comer. 

Me pasaba horas en el tablero, llenando hojas con ilustraciones e historietas para “El día de los Niños”, ese inefable suplemento que marcó un antes y un después en suplementos infantiles, dirigido por el excelente y generoso maestro Nelson Gamboyi, quién estaba apoyado por otro grupo de maestros y profesores especializados.
 Aquél pequeño suplemento de los miércoles llegó a ser el orgullo de ese diario tan señorial y político, con acendrado historial, pués su fundador fue el dos veces presidente de la república, don José Batlle y Ordóñez.
Por eso fue un desafío el que encaramos los 5 dibujantes del staff, cuando le ofrecimos al director hacer un número dedicado especialmente a las historietas con nuestros personajes.
Luego de la habitual consulta, llegó la confirmación y nos enfrentamos a ese magnífico desafío, por primera en casi 15 años de edición del pequeño semanario.
 Eduardo Barreto con su “Poderoso Halcón”, Walter Lemos con “Rocco de las islas”, Cristina Cristar con “Silvia” y yo con “Pepe Ñandú, el mono Fosforito y Bombón” todos juntos en una aventura y además agregué un nuevo personaje de aventuras: “Richard D”, y José Rivera se encargó de dibujar las carátulas, haciendo un collage con todos estos personajes y además dibujó una historieta corta en clave de humor y otra con su estilo tan particular de indios charrúas, guionada por el maestro Angel M. Luna.
Como finalizaba el ciclo escolar y al ver lo que habíamos propuesto, nuestro director nos dio los dos últimos números de ese año, que nos llenó de alegría ya que era más de lo que habíamos pedido. Aquellos suplementos especiales de historietas se repitieron en años sucesivos, siempre al final del ciclo escolar, hasta que el cansancio y el poco dinero cobrado, nos hizo cambiar de opinión y dejamos de hacerlos, pero ya habíamos logrado nuestro objetivo: una revistita llena de historietas uruguayas. 

Guambia 2012

Chistes políticos publicados en el semanario humorístico Guambia Nº 875, del diario UNoticias del miércoles 13 de junio.